Diane. 18:00pm. 6 de octubre de 2014. Twin Peaks estará de vuelta tras 25 años de silencio. Lynch fue dejando miguitas de pan que apuntaban a una posible continuación de la serie y aquí puedes ver algunas de ellas.
La noticia del día (y de la semana, y del año) es el regreso de Twin Peaks en 2016. A todos nos ha pillado de sorpresa, yo me he levantado corriendo de la cama en cuanto me lo han dicho y he ido al PC a ver el vídeo en cuestión:
Escueto y simple. No hace falta mucho más para una noticia de este calibre. Tanto el retorno de Twin Peaks como el de David Lynch ya serían grandes noticias por separado, pero juntas no tienen comparación.
Sobre lo que quizás no hayas leído es sobre las pistas e indicios que David Lynch ha dejado a lo largo de todos estos años, las cuales apuntaban hacia una posible continuación de Twin Peaks.
Aunque sea fácil hablar de ello ahora que se conoce la noticia, sigue siendo interesante analizar cómo ha cambiado la percepción de la serie, así que sigue leyendo para saber de qué hablo.
No hay grandes spoilers salvo en el último apartado (el de la tercera temporada). Aún así, si eres un tiquismiquis como yo, no te recomiendo seguir leyendo si no has visto las dos primeras temporadas de Twin Peaks.
El último capítulo
Uno de los mayores indicios de que la serie podría continuar lo podemos encontrar en el último capítulo de la segunda temporada, titulado Beyond Life and Death.
«Te veré de nuevo dentro de 25 años». La frase de Laura Palmer, aparentemente inocente, iba dirigida a Cooper, pero tras la noticia ha cobrado un nuevo significado que trasciende la pantalla. ¿Quizá no solo vaya dirigida a Cooper, sino también al espectador?
El propio Lynch reconoce que Twin Peaks tomó un camino con el que no estaba satisfecho. Muchos actores querían hacer otras cosas tras haberse hecho famosos gracias al éxito de la serie, y el propio Lynch se encontraba ocupado rodando Corazón salvaje, así que la mayor parte de los episodios de la segunda temporada tuvieron otros directores, con la considerable pérdida de calidad que conllevó.
No es de extrañar que en esta situación Lynch decidiese rebelarse y tomar control de su creación. La serie no iba a tener más temporadas y él iba a dirigir el último capítulo, así que tiene sentido pensar que tuviese algo en mente.
Pero ¿por qué 25 años? Mi teoría es porque era suficiente tiempo de que cambiasen las cosas y de que fuese posible volver a rodar de nuevo, en un entorno en el que ni Lynch ni Frost se sientiesen presionados.
Con la mención de los 25 años, Lynch estaba echando el anzuelo hacia un futuro más prometedor.
Por cosas de la vida, Twin Peaks se ha convertido en todo un referente dentro del mundo de las series, y el propio Lynch se ha afianzado como uno de los directores y creativos más respetados del mundo, así que no es de extrañar que retomen esta idea.
Mark Frost ya comentó que el paso de estos 25 años será un elemento importante de la tercera temporada, así que solo nos queda esperar a ver qué nos depara el futuro.
La mente de David Lynch
El libro Lynch on Lynch recoge una serie de entrevistas en las que, entre otras cosas, Lynch habla sobre la decepción de muchos fans tras el final de la serie, y comenta lo siguiente:
Ese no es el final de la serie. Es solo el final de la segunda temporada. Si hubiese continuado…
En este momento la ceja se levanta y las sospechas se acrecentan. Aún así, sigue sin ser nada definitivo; nunca hay cosas definitivas con David Lynch.
Una de las primeras interpretaciones que se puede sacar de una frase así es que fue su intención dejar la serie con un final abierto.
Está claro que hubo problemas creativos, por culpa de una mala gestión de la productora y demás problemas que no nos incumben. Pero, aún así, Lynch dirigió el último capítulo y rodó un año después la precuela Twin Peaks: Fire Walk With Me. Si hubiese querido darle un final cerrado a la serie, tuvo sus oportunidades.
De hecho, una de las cosas que le criticaron tras hacer Fire Walk With Me fue precisamente que no cerrase ningún hilo argumental. Las demás críticas apuntaban a querer aprovechar el tirón de la serie para sacar más dinero.
Algo parecido temen algunas personas ahora: que Lynch y Frost intenten aprovechar el estado de culto de la Twin Peaks original para sacar más dinero con esta tercera temporada.
Lynch va a ser el encargado de dirigir personalmente los 9 capítulos de la tercera temporada, lo cual debería despejar cualquier posible duda sobre la calidad de la serie.
Tampoco creo que la trayectoria fílmica de Lynch se pueda utilizar para achacarle que solo persiga dinero retomando Twin Peaks. Es uno de los directores que más respeto tienen por su propio trabajo.
Tengo claro que la tercera temporada será más fiel al espíritu de Twin Peaks que esos capítulos de la segunda temporada que muchos fans de la serie preferimos ignorar.
La tercera temporada
Hasta ahora, el final de la segunda temporada de Twin Peaks (cuando era conocido como el final de la serie) enfatizaba la falta de solución de la serie. La mayoría de tramas quedaban abiertas y la serie nos ofrecía un final trágico que desafiaba las expectativas del espectador.
Todo esto responde a un motivo deconstructivo y subversor. La figura del héroe-detective se invierte a través del fracaso de Cooper, donde el investigador se fusiona con el criminal.
El criminal de Twin Peaks es un espíritu, y, como tal, no está sometido a las leyes de la razón y de la lógica como el resto de personajes de la serie.
Es por esto que los métodos que Cooper utiliza para intentar atraparlo tampoco son los típicos de un detective clásico, como pueden ser Sherlock o Dupin. Vemos cómo Cooper elimina sospechosos lanzando piedras contra una botella, dice haber soñado con el culpable del caso y unas cuantas locuras más.
Twin Peaks no refuerza la idea tradicional del detective como una «máquina de pensar», capaz de racionalizar todos los misterios del mundo, sino que nos muestra a Cooper, un detective que no solo acepta que el mundo no tiene sentido, sino que utiliza su propio subconsciente para intentar dar caza al criminal.
Todo esto ha cambiado con el anuncio de la tercera temporada. Lo que pensábamos que era el final no es el final sino un largo puente de 25 años, ficticios y reales.
Algunas personas están preocupadas por el futuro de la serie, pero lo importante es que no creo que Lynch lo esté. Ya se lamentó bastante con los resultados de la segunda temporada, pero en la tercera parece que tendrá total control creativo. Y esto solo puede salir bien.
No creo que la tercera temporada de Twin Peaks nos ofrezca muchas más respuestas y soluciones que la serie original. Esto sería ir contra el espíritu de la serie y las ideas del propio Lynch, una persona para quien las preguntas son infinitamente más interesantes que las respuestas.
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